La multifacética historia de la humanidad, nos ha mostrado capítulos verdaderamente llamativos y apasionantes alrededor de algunas importantes imágenes religiosas, como lo es la enigmática historia de San Valentín, una figura ligada a la iglesia católica que con el pasar de los siglos se convirtió en una de las más populares y celebradas del mundo por resaltar una de las aptitudes más relevantes y naturales del ser humano, “El Amor”.
Pero la veracidad y fiabilidad sobre la verdadera historia de San Valentín continua siendo todo un misterio hasta el día de hoy, ya que aunque la misma iglesia católica a través del “Papa Gelasio I” promovió formalmente a finales del siglo “V” d.C su celebración, su verdadero génesis o fuente directa nunca ha sido aclarada, dejando a la suposición de que San Valentín habría sido uno de los 3 mártires caídos en el nefasto Imperio Romano durante los siglos III, IV y V según datos históricos suministrados por la misma iglesia.
3 Valentines, una sola festividad
Esta teoría está basada en las conocidas leyendas de un bondadoso y piadoso obispo llamado Valentín de Recia que vivió en el siglo “V” el cual fue asesinado y enterrado en Mais, Italia y el cual cuenta con un gran número seguidores o de feligreses por sus supuestos poderes para curar algunas enfermedades como la epilepsia, la de otro obispo desconocido cuyo cuerpo es conservado celosamente en la basílica homónima de la ciudad de Terni, Italia, donde cada 14 de febrero se celebran las festividades locales en su honor, y la tercera y más aceptada de todas, la de un valiente e impetuoso médico romano entregado también al sacerdocio, quien en el año 270 d.C se enfrentó directamente al mismísimo emperador Claudio II a quien apodaban “El Gótico”, quien pretendía impedir mediante decreto real y obligatorio que los jóvenes soldados romanos pudiesen contraer nupcias legalmente, procediendo el noble servidor de cristo a unir en sagrado lazo a las enamoradas parejas de manera encubierta, situación que desató la completa ira del emperador una vez descubierto, ordenando inmediatamente su ejecución por decapitación en plaza pública, convirtiéndose desde allí en un verdadero mártir y símbolo de ese amor puro, natural, real e incontenible que ninguna fuerza maligna puede o podrá detener.
A partir de allí, se ha magnificado a través del tiempo tanto la fecha, como su significado original, siendo celebrado el 14 de febrero del año 494 d.C el primer día oficial de San Valentín, manteniéndose así hasta el pasado siglo XX, cuando en un inusitado y polémico intento por eliminar algunas celebraciones consideradas paganas y relacionadas con figuras de origen netamente legendario, la iglesia católica procede en 1969 a borrar del calendario religioso esta mítica y apreciada celebración, sin considerar en lo absoluto que la misma ya se encontraba irremediablemente arraigada a las más profundas raíces sentimentales propias del ser humano.